INSEGURIDAD. ODISEA PARA GUSTAVO SAMIANTA.

Enterados de la difícil situación que le tocó vivir, llamamos a Gustavo Samianta, quien nos contó lo siguiente: …alrededor de las 5 de la mañana de hoy, nos dirigíamos al Mercado «El Progreso» en Primera Junta. Ese era nuestro primer destino para descargar carne. Luego debíamos ir a más carnicerías. En un momento veo que me apuntan con una escopeta desde un auto y me piden que baje la marcha. Le comento a mi compañero que estábamos a punto de ser robados. Bajé la marcha e instantáneamente me cruzan un coche adelante. Se bajan del auto, nos hacen bajar del camión y nos preguntan si el mismo tenía algún sistema de rastreo satelital. Cuando le confirmamos que sí, nos meten en el asiento trasero del coche, nos hacen acostar, y nos tapan con camperas. Allí empezó el paseo. En todo momento nos dijeron que nos mantengamos tranquilos y que no hagamos nada raro, que si actuábamos así, todo iba a salir bien. Calculo que fueron tres horas que anduvimos dando vueltas y allí me aseguraron que nos quedemos tranquilos que al camión lo íbamos a encontrar. En todo momento nos pedían que nos relajemos y que nada iba a pasar. Le pedí por favor que no nos hicieran nada y ellos insistían en que todo iba a salir bien y nos daban tranquilidad. En un momento, nos dijeron que nos iban a entregar el camión. Pararon el coche nos bajaron y nos indicaron cuantas cuadras debíamos recorrer para encontrarlo, siempre sin mirarlos, ni darnos vuelta. Hicimos caso y nos encontramos con el camión, obviamente sin la carga, unas 80 medias reses. La gente de la compañía de rastreo ya había llegado, así que no se juntaron con los ladrones de casualidad. Luego llegó la policía. Gracias a Dios no pasó nada, fue sólo el susto y el mal momento. Ahora me encontré con mi familia y me siento muy bien.

Un pésimo momento para Gustavo. Nos alegramos de que las cosas no hayan pasado a mayores.