La columna del profesor Gerardo Salorio.
08/09/2017
Guillermo Ibarra
Para quienes aún no lo conocen, el profesor Gerardo Salorio trabajó como preparador físico de la Selección de fútbol de Argentina. Ha ganado junto a la Selección de fútbol sub-20 de Argentina cinco mundiales y tres sudamericanos en dicha categoría, y además un sudamericano con la categoría sub-17. Reconocido como el preparador físico de José Pékerman y partícipe en el equipo técnico de la selección argentina en Alemania 2006. Ha formado parte de cuerpos técnicos que disputaron once mundiales de diferentes categorías. Posee el récord de obtenciones como preparador físico de títulos mundiales de fútbol juvenil.
El otro día, por una gestión de mi amigo Jorge Diz, Director de Deportes local, arribó a Navarro a fin de brindar una interesantísima charla. Quienes hemos dirigido grupos de futbolistas, a veces con buenos resultados y otras no, y los que por ahí no han dirigido pero disfrutan del fútbol como juego, nos fuimos realmente muy satisfechos con la visita.
A partir de ella, quedamos en contacto y es por ello, que a medida de que su asistente,(con la que nos comunicamos ayer y hoy), nos vaya enviando material, lo iremos compartiendo con ustedes, con los profes, con los chicos, con los padres y con quien esté interesado en recorrer la visión del profe, a través nuestro. También el profesor, reproduce obviamente estos temas en su muro de facebook y allí podrán verlos.
Hoy; «La locura por ganar».
¿Qué es un buen entrenador de fútbol de base? ¿Aquel que gana campeonatos o aquel que forma jugadores? es la gran pregunta que todos se efectúan. La respuesta es básica; no es un buen entrenador el que gana campeonatos, es el que forma jugadores para el futuro de la institución. Introduciendo lo más importante que es la formación de hombres de bien que sepan los valores de ética, compañerismo llevando las banderas del fair play adelante.
Hoy todos los que componemos este deporte hemos desvirtuado el lado formativo de los niños y fuimos introduciendo una competencia feroz que no le sirve a nadie y menos a las criaturas a las que no les permitimos participar de un deporte en conjunto, que le sirva para aprender y ganar amigos.
Estamos inmersos en una locura en la que, lo único que sirve es ganar, no importa cómo. Creo que llegó el momento de sincerarnos todos y buscar un mejoramiento en el entrenamiento de nuestros menores, ya venimos observando la gran pérdida de técnica en muchos chicos. Además del cansancio que afrontan por la presión a la que son sometidos en cada partido. Estimados colegas creo que estamos en el momento justo de comenzar a formar padres y niños donde debemos demostrarles que el juego es lo más importante y salir de esta gran picadora de carne que creamos entre todos, que solo sirve para ir dejando chicos por el camino.