Beatificarán al Cardenal Pironio en la Basílica de Luján
16/12/2023
Guillermo Ibarra
Frente a la Basílica Nuestra Señora de Luján, hoy, a las 11, el cardenal Francisco Vérgez Álzaga, enviado especial del papa Francisco, formalizará la beatificación del cardenal Eduardo Francisco Pironio, con una ceremonia religiosa de la que participará el nuncio apostólico en la Argentina, Miroslaw Adamczyk, obispos y sacerdotes.
Los actos para celebrar la beatificación de Pironio comenzaron ayer, a las 20, con la oración de las I Vísperas dentro del Santuario de Luján y con la Vigilia Joven, en la plaza General Belgrano de esa misma ciudad, entre las 23 y las 5. Esta actividad fue organizada por la Pastoral Juvenil Nacional. La festividad concluirá mañana, a las 11, con la Acción de Gracias por la beatificación de Pironio dentro de la Basílica de Luján.
Como parte de las actividades que desarrolló en la Ciudad de Buenos Aires, Vérgez Álzaga, secretario general de la Gobernación del Estado del Vaticano y quien fuera durante 23 años secretario de Pironio, acompañado por el nuncio Adamczyk, tuvo ayer un encuentro con el jefe del gobierno porteño, Jorge Macri.
Mañana, en Roma a las 18.30 hora local [cuatro horas menos en nuestro país], el cardenal argentino Leonardo Sandri encabezará una misa en la iglesia de Nuestra Señora de los Dolores para celebrar también la beatificación de Pironio.
Por medio de las redes sociales, muchos representantes de la Iglesia, como el obispo de San Isidro y presidente de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA), monseñor Oscar Ojea, invitaron en estos días a las celebraciones por la beatificación de Pironio y difundieron el calendario de actividades religiosas.
Considerado el “inventor” de las Jornadas Mundiales de la Juventud (JMJ), el 8 de noviembre pasado el papa Francisco aprobó el milagro atribuido a su intercesión con la promulgación del correspondiente decreto del Dicasterio para las Causas de los Santos. Considerado “papable” en 1978, a Pironio se le atribuye la curación milagrosa de Juan Manuel Franco, de niño de un año y medio de Mar del Plata -diócesis de la que fue obispo-. El menor se había intoxicado por la inhalación de la purpurina usada por su madre para trabajos de restauración. Juan Manuel había aspirado e ingerido involuntariamente ese elemento, que le había causado un síndrome de angustia respiratoria aguda (SDS) y estaba a punto de morir.
En el extenso camino hacia la beatificación, Pironio había sido declarado siervo de Dios, por el papa Benedicto XVI el 23 de junio de 2006. En 2008 comenzó la investigación vaticana sobre la plena recuperación de Juan Manuel Franco, que permitió que el 18 de febrero de 2022, el papa Francisco autorizara la publicación del decreto de la Congregación para las Causas de los Santos por la cual le reconoció la heroicidad de sus virtudes y lo consideró venerable.
Recuerdo
En tanto, el obispo de Mercedes-Luján, Jorge Eduardo Scheinig, compartió un cálido mensaje sobre la beatificación del cardenal argentino: “providencialmente, en estos días un sacerdote de la diócesis toma un libro y ahí encuentra una carta del cardenal Pironio a su amigo, el padre Ángelo, que sería después obispo auxiliar de nuestra diócesis. Qué buen corazón para acercarse al corazón del amigo”.
El obispo Scheinig destacó la “delicadeza del cardenal” y leyó un tramo de esa carta: “No puedes imaginar cuánta alegría me dio la noticia de tu nombramiento como obispo, encargado especialmente de Luján. Es el corazón de la Argentina”. Y recordó a Pironio como un hombre de esperanza.
Pironio, que había nacido en la ciudad bonaerense de 9 de Julio, el 3 de diciembre de 1920, murió a los 77 años el 5 de febrero de 1998 en el Vaticano. Había sido ordenado sacerdote en 1943. Teólogo y profesor, fue designado decano del Instituto de Teología de la Universidad Católica, en 1960. En ese mismo año fue rector del Seminario de Buenos Aires.
En 1964 se convirtió en obispo y, en 1976, durante el papado de Paulo VI, fue nombrado cardenal. Entre muchas de sus actividades apostólicas, fue secretario y presidente del Consejo Episcopal Latinoamericano (Celam) en el período comprendido entre 1967 y 1974. Fue obispo auxiliar en La Plata, en 1964. En 1967 fue administrador apostólico en Avellaneda. Entre 1972 y 1975 fue obispo en Mar del Plata. En la Curia Romana, por decisión de Pablo VI, condujo la Sagrada Congregación para los Religiosos e Institutos Seculares. Posteriormente, el papa Juan Pablo II lo designó titular del Consejo Pontificio para los Laicos. Fue el primer religioso de América Latina que tuvo un cargo en la Curia Romana y fue uno de los fundadores de la teología basada en la doctrina social de la Iglesia.
Créditos: La Nación.