Nuevo pedido de publicación tras el fallecimiento de Valeria Archuvi. Escribe el Dr. Braian Andrada
17/02/2024
Guillermo Ibarra
Yo viví en Navarro hasta el 2014, año en el que junto a mi queridísimo amigo Maxi París, emprendimos juntos esta aventura de vivir en la ciudad y cumplir nuestro sueño de ser médicos. Hoy, la situación médica en Navarro me preocupa en demasía. La he vivido personalmente en el 2020, con mi madre el año pasado, y me he enterado de múltiples casos como el actual, de Valeria (QEPD), por eso quiero compartir con ustedes lo siguiente:
El lamentable y evitable suceso de Valeria Archuvi nos ha impactado a todos. Ahora bien, no es un impacto por lo inesperado, es un impacto por sumarse a otros casos similares que se han dado en el hospital de Navarro. Antes de continuar creo que vale la pena aclarar que, cuando menciono la palabra “hospital”, me refiero a los actuantes y encubridores de los hechos y no a todo el personal de la institución ya que, como bien sabemos, hay profesionales que quieren y hacen muy bien su trabajo.
Volviendo al caso particular, voy a decir por milésima vez que me preocupa la cantidad de diagnósticos erróneos y tratamientos aún peores que se vienen sucediendo en la institución. A esto debo sumarle la falta de monitoreo, la falta de criterio clínico, la falta de empatía y la manipulación de la información. Invito a todo aquel que lea esta nota a que busque “Ley 26529”, que es la ley de derechos del paciente. Claramente en ella se expresa el derecho a la asistencia, trato digno y respetuoso, intimidad, confidencialidad, autonomía de voluntad, información sanitaria e interconsulta médica. Tenemos entonces, no sólo un accionar médico directo que atenta contra el Ejercicio Legal de la Medicina, sino que también un total desprecio por los derechos del paciente. Toda esta combinación se ha visto en este y otros casos, tanto personal directo (por mi arritmia) y familiar (madre), y en el de otros habitantes de mi querido pueblo, algunos con destinos similares a los de Valeria.
El aumento de la frecuencia de estos hechos me preocupa, no sólo como ex habitante de la localidad, sino también como médico. Esto no puede pasar más. Los vecinos no pueden vivir con miedo a enfermarse por temor a lo que se puedan encontrar en el hospital, más con patologías en donde el tiempo es oro (como en un infarto agudo de miocardio o un accidente cerebro vascular). Espero que, tanto los casos como la manifestación de los vecinos, mejoren la situación. Que los responsables sean apartados y el personal sea idóneo. Aclaro, y con esto termino, que personal idóneo no es aquel que sabe de memoria toda la bibliografía de la carrera, sino aquel que aplica sus conocimientos para el bienestar del paciente, aquel que trata al paciente con la enfermedad y no a la enfermedad como entidad aislada, aquel que consulta a otro especialista si lo necesita. En fin, la eterna disputa entre el “Buen médico” y el “Médico bueno”.
Dr. Andrada Braian David DNI 38426909
MN. 179069