Cambios en el panorama para la donación de órganos
06/07/2018
Guillermo Ibarra
La donación de órganos, que en la Argentina siempre ocupa las portadas de los diarios por causas poco felices, esta vez fue noticia por un motivo más que afortunado: la Cámara de Diputados dio media sanción por unanimidad a un proyecto que tomó el nombre de «ley Justina», en honor a la niña que a fines del año pasado perdió la vida a la espera de un trasplante de corazón.
#LaCampañadeJustina y su hashtag #MultiplicateX7 (apoyado sobre la base de que un solo donante podría salvar siete vidas) impulsada por la propia niña con el apoyo de sus padres, hicieron la tasa de donantes por millón de habitantes en la Argentina, que era de 9.23, escalara a los 13.30 en sólo cinco meses.
Justina Lo Cane murió el 22 de noviembre y en la semana posterior a su partida se registraron más donantes que en todo 2016, alrededor de 48 mil personas en siete días, lo que resultó todo un récord en la historia de la donación de órganos en el país.
Alberto Maceira es el presidente del Instituto Nacional Central Único Coordinador de Ablación e Implante (Incucai) y desde que se aprobó la ley casi no hace otra cosa que hablar con los medios de comunicación. Infobae lo encontró mientras se dirigía a la Casa Rosada a brindar una conferencia de prensa para periodistas del interior.
«No tengo dudas de la influencia positiva que representó la repercusión que tuvo el caso de Justina -aseguró sin dudarlo-. Nosotros nos plegamos a ese ímpetu que tenían Paola y Ezequiel, los papás de la niña, e hicimos la elaboración técnica para que este proyecto sea viable y esperamos en el mediano a largo plazo tener un incremento de donantes de órganos en el país».
El punto sobresaliente del proyecto del senador Juan Carlos Marino, que obtuvo 202 votos afirmativos y ninguno negativo en Diputados y que también había obtenido pleno consenso en el Senado, dispone que todas las personas mayores de 18 años sean donantes de órganos o tejidos, salvo que en vida dejen constancia expresa de lo contrario.
«Esto es de gran ayuda para sacar la responsabilidad a las familias de firmar una declaración jurada para dar su consentimiento; evita ese paso burocrático que lo único que hacía era sumar un conflicto al momento de duelo«, consideró Maceira en diálogo con Infobae. Hasta ahora, cuando no había manifestación al respecto, la familia tenía que firmar que la persona nunca se había expresado y hacerse responsable de la decisión.
Ahora, «podrá realizarse la ablación de órganos y/o tejidos a toda persona capaz mayor de 18 años que no haya dejado constancia expresa de oposición a que después de su muerte se realice la extracción de los mismos», según señala el proyecto.
Sobre cuáles son los motivos por los que alguien podrá negarse a ser donante de órganos, el funcionario destacó que «siempre son personales» y que desde el organismo siempre se respetará «la voluntad de las personas». No obstante, aún no está establecido cuál será el mecanismo para expresar la negativa, el cual será fijado luego de que la ley sea reglamentada y entre en vigencia, dentro de unos 90 días, según estimaciones.
Otro de los ítems que Maceira evaluó como clave en la nueva norma es la creación de Servicios de Procuración Intrahospitalaria. «Esto significa que todos los días habrá un médico responsable de trasplantes en todos los hospitales que consideremos, lo cual agilizará enormemente los procedimientos», estimó el funcionario.
La ley propone que tanto los hospitales públicos y privados deben contar con servicios destinados a la donación de órganos y al tratamiento del paciente. El nuevo servicio deberá contar con al menos un médico que detecte potenciales donantes, asesore a las familias y garantice el proceso de donación. También se establece la capacitación para los profesionales que formen parte del proceso de donación y trasplante.
El proyecto aprobado, además, incorpora la donación cruzada en el caso de trasplante de riñón (con donante vivo) y establece la prioridad en los vuelos para los pacientes que son parte de un operativo de trasplante. «Ahora las aerolíneas van a tener que dar prioridad a estas personas para que lleguen a tiempo a realizar el procedimiento», enfatizó Maceira.
En otro orden, destacó que la nueva ley «simplifica y optimiza los procesos que requieren intervención judicial». «Se baja de seis a cuatro horas el tiempo para que los jueces se expidan, en casos de accidentes de tránsito, heridas de bala y demás causales de muerte que impliquen el accionar de la justicia», resaltó el presidente de Incucai, quien enfatizó que en esas formalidades «se perdían órganos o se obtenían en peor estado debido a la demora en la ablación».
Según datos del Incucai, en la actualidad 7.733 pacientes -entre ellos 250 son niños y adolescentes- esperan un trasplante de órganos y 2.961 un trasplante de tejidos. Además, 3 mil esperan un trasplante de córneas y unas 30 mil personas están en diálisis.
Fuente: Infobae