Editorial. La Escuela Nº 2 de Villa Moll debe finalizarse. Un gran desafío que debe ser prioritario

Analizar «responsabilidades» en momentos en que existen otras prioridades no sería lo más urgente. La obra de la E. E.S Nº 2 de Villa Moll fue paralizada. Todos pudimos ver con tristeza y resignación, la manera en que los materiales fueron retirados. Hace unos días nada más, se hizo público un informe que certifica que los fondos llegaron. La respuesta del Municipio indica que «la plata está», pero no puede ser afectada en este momento.

Hay dos realidades muy diferentes. Una, la de un interior que durante años ha pedido a gritos un trato igualitario para con ellos y otra, la de los que «mal o bien» pudieron acceder a otro stándard de vida habitando en la cabecera del partido. Esta es una verdad irrefutable y que se viene padeciendo lamentablemente, desde hace mucho.

Hay mucho en juego y ya que estamos expresándonos sobre educación, en consonancia, debemos decir que este es el momento en que debemos prestarle atención más que nunca a un adjetivo. Un adjetivo, al que por décadas no le dieron la importancia que realmente tenía y tiene, y es «prioridad». El estado o cualidad de ser o estar, «antes» en el tiempo o en orden. El derecho de ser o estar, «antes» de otros en tiempo o en orden. ¿Qué quiero expresar con esto? Que no hay temas más importantes que la educación y la salud y todos lo sabemos. En consecuencia, la respuesta hacia la comunidad educativa y los alumnos de Villa Moll debe ser inmediata. Cuando digo respuesta, obviamente no me refiero a ningún tipo de explicación, sino a la continuación de la prometida obra que tanta falta hace y no puede esperar más. Ni un día más, ni una semana más. Antes que cualquier otro inicio de obra (de cualquier tipo), primero se debería terminar con lo más prioritario. «No es fácil», se ha escuchado muchas veces y eso es una obviedad; lo sabemos todos y los chicos que estudian también, pero hoy reitero, es prioritario.

Cada uno desde su lugar, con la responsabilidad que le toque o haya asumido y con la ayuda de todos si es necesario, podemos lograrlo. Es imperioso, lógico y urgente que se deje la burocracia a un lado y que quienes tengan la facultad o la posibilidad de que esto sea una realidad, aceleren las gestiones y podamos ir a cortar la cinta, aplaudir y celebrar. Será una manera más de que el interior se sienta parte nuestra, como debería haber sido siempre.

Guillermo Ibarra.