EL CIUDADANO ILUSTRE NO PARA DE RECIBIR PREMIOS.
23/07/2017
Guillermo Ibarra
La colección de distinciones de El ciudadano ilustre sumó anoche un éxito arrasador en la gala de los Platino, los premios que aspiran a convertirse en el Oscar del cine iberoamericano: la obra de Mariano Cohn y Gastón Duprat triunfó en las categorías película de ficción y guion, mientras que Oscar Martínez fue elegido como mejor actor.
«Esta es la coronación de algo fabuloso, que atravesó fronteras como no hubiéramos imaginado. A pesar de ser una historia tan argentina es universal, porque habla del corazón humano», dijo Martínez, con la estatuilla en la mano, después de recibir una ovación de pie en la Caja Mágica de Madrid.
Sumaba otro reconocimiento a su interpretación del escritor argentino Daniel Mantovani, que regresa a su pueblo del interior bonaerense después de ganar el Nobel. Un trabajo que lo consagró a nivel internacional, con éxitos tan impactantes como la Copa Volpi del Festival de Venecia.
Almodóvar logró sí la distinción a la mejor dirección y rompió una tradición maldita en España, donde suelen retacearle premios a su cineasta más universal.
Los Platino cumplieron anoche su cuarta edición, que se celebró en la Caja Mágica, el estadio ultramoderno que se usa para el Master de Tenis de Madrid. En su búsqueda de instalarlos como la referencia indiscutible del cine regional, los organizadores -la entidad española Egeda, que lidera el empresario Enrique Cerezo, y la Federación de Productores Iberoamericanos- montaron un show con aspiraciones hollywoodenses. Una interminable alfombra roja, presentadores de distintos países y una transmisión lujosa que se vio en directo por la Televisión Española.
Al encumbrar a El ciudadano ilustre como película y a Martínez como actor, el jurado ratificó la elección del público. No ocurrió lo mismo con el galardón a la mejor actriz: la votación popular había destacado a Natalia Oreiro -una de las presentadoras de la gala- por su protagónico en Gilda. El Platino, en cambio, se lo llevó la brasileña Sonia Braga, impecable a sus 67 años, por Aquarius.
Los argentinos que compitieron en otras categorías se quedaron sin celebrar. La luz indecente, tenía tres nominaciones, y El marginal peleaba por el premio a la mejor serie de televisión. En ese rubro se impuso Cuatro estaciones en La Habana, la producción basada en las novelas de Leonardo Padura sobre el detective Mario Conde.
La organización eligió este año al actor Edward James Olmos, el célebre teniente Castillo de Miami Vice, para el Platino de Honor. «Me emocioné hasta las lágrimas cuando me enteré de este reconocimiento -dijo el actor chicano, de 70 años-. Los latinos tenemos que seguir creciendo. Necesitamos una plataforma internacional que ayude a que nuestro cine traspase fronteras.»
La ceremonia buscó un tono aséptico, centrado en alentar el desarrollo del cine en español y portugués, pero no pudo evitar que se filtraran reivindicaciones políticas.
Primero fue la crisis de Venezuela, que apareció de manera discreta por el director Lorenzo Vigas, ganador a la mejor ópera prima por Desde allá: «Ojalá nos podamos seguir uniendo para apoyar a Venezuela en este momento tan difícil que estamos viviendo», dijo. Poco después, antes de anunciar un ganador, la actriz Pakriti Maduro (nada que ver con el presidente) sacó una bandera de su país y gritó: «¡Venezuela libre nos urge!»
Almodóvar también metió la política en la gala. Dedicó su premio a los que todavía buscan a sus familiares desaparecidos durante el franquismo: «Buscar y abrir las fosas no es abrir heridas, sino cerrarlas y terminar de una vez con nuestra maldita guerra civil».
Después llegaría el momento de gloria de Oscar Martínez, a quien le entregó el Platino el actor Rob Schneider. Y enseguida Cohn y Duprat (cuyo hermano Andrés ganó al mejor guion) se adueñaron del escenario para el premio principal.
«Fue una película que llevó cinco años de esfuerzo y un impacto global que todavía nos cuesta creer -dijo Duprat-. Es el final de un largo recorrido que nos abre la puerta a seguir haciendo cine.» Fuente: La Nación.