HISTORIAS DE VIDA. HOY, RICARDO ALUMÁ.
13/07/2017
Guillermo Ibarra
Hoy quisimos compartir, previa autorización suya, una linda historia, de alguien a quien todos conocemos y queremos mucho. Se trata de Ricardo Alumá. Las últimas veces que lo vimos fue atendiendo su vinoteca de la calle 24.Hoy les propongo que lean algo que el mismo Ricardo escribió, que realmente es muy lindo. Una hermosa historia de vida. Espero que les guste.
Me llamo Ricardo Manuel Alumá y nací en Navarro, provincia de Buenos Aires. Quiero contar cómo empecé a hacer deporte adaptado.
En Navarro tenía una vinoteca pero estaba buscando otra ocupación. Estaba bastante desorientado porque no sabía qué hacer con mi vida y eso me deprimía.
Un conocido, Jorge Diz, me preguntó si me gustaría hacer algún deporte. Jorge fue un deportista muy conocido en la década del ‘60; le decían “el indio”. Tenía un problema por la polio, una enfermedad muy común en esa época. Era muy importante a nivel mundial: practicó natación, básquet y atletismo en silla de ruedas. Él me motivó para que hable con el director del Departamento de Recreación y Deporte del Servicio Nacional de Rehabilitación, que en ese momento era Héctor “Pocho” Ramírez, para que me oriente a donde hacer algún deporte adaptado. En el año ‘95 me contacté con Héctor Ramírez y me dio el teléfono de Osvaldo Lapas, el presidente de APADIS.
Me gustó ese lugar porque podía hacer deportes. Fue ahí donde me animé hacer deportes adaptados como atletismo en campo. Hacía tiro de bala, jabalina y disco. Practicaba mucho. Venía de Navarro tres veces por semana: dos veces en colectivo y el sábado me traían mis padres en el auto.
Competí en torneos nacionales en la ciudad de Buenos Aires, en Mar Del Plata y en Bahía Blanca. En el 2001 estaba convocado para la Copa América. Pero por el conflicto por el que atravesaba el país, sólo venían de Brasil y Uruguay. Para llevar a cabo la competencia tenían que ser más de tres países y fue cancelada. No participé de otras competencias internacionales porque no llegaba a la marca mínima, solamente dentro del país.
Después del 2003 me cansé de estar en esa institución y me fui a APEBI. Hacían lo mismo pero también había otros deportes como natación y básquet adaptados y empecé con natación. Íbamos a los torneo de San Jorge en Santa Fe y de Justiniano Posse en Córdoba, en Independiente y varios lugares más. También competí en un torneo de atletismo para mayores en Mar Del Plata.
La tenista Norma Baylon nos enseñaban tenis adaptado. También conocí al profesor Javier Zubiri en unas clínicas de tenis adaptado en Mar del Plata y él me contó que había personas que ganaban plata en los torneos de tenis. Hasta en dólares!
Una vez, el papá de un compañero que tenía en APEBI me preguntó que si no quería probar en hacer tenis adaptado. Para hacer otra cosa, y porque en APEBI le prestaban más atención a otros deportes, se me ocurrió ir al CENARD. Ahí empecé tenis adaptado en el 2005 e ingrese a AATA. Iba los sábados de 10 a 11 y después agregué los miércoles de 18 a 19hs.
Actualmente sigo en la escuela de adultos del CENARD que es los sábados de 9 a 10 horas y lo pasó muy bien con el grupo de gente amiga. Es muy importante para mí y somos muy compañeros; almorzamos todos juntos, jugamos partidos, charlamos, tomamos café.
Haciendo tenis he conocido muchos jugadores de distintos países. Por ejemplos de Brasil, Japón, Suecia. España. Los que vienen más seguido son los uruguayos y chilenos.
Ricardo tiene una página de facebook y allí podrán saber de todo lo que hace. Se va a poner muy contento de saber que su gente de Navarro lo sigue.
Un abrazo para Ricardo y también un saludo afectuoso para su familia, los aprecio mucho.