SOANA volvió una noche. 40 años en una noche fantástica
04/08/2024
Guillermo Ibarra
Como se preveía. Los recuerdos brotaron, las risas entre viejos conocidos se multiplicaron, «la mejor música» volvió a sonar y los más grandecitos, nos desoxidamos un poco. La familia Zaremba preparó todo con mucho esmero, no quedó detalle por revisar y fue entonces que pasadas las 0,30, Navarro rememoró todo lo bueno «de aquella época». La época en que vimos a Mario Sapag, a Los Pericos, a Edie Sierra, la época de las camisas leñadoras, la época en la que previo al ingreso, indefectiblemente pasábamos a comprar chiclets por el «Kiosco de Tutú». Podría seguir referenciando que éramos tremendamente felices y esperábamos cada sábado como si fuese el último y que no queríamos que nunca llegara el momento en que se encendían las luces blancas indicando el final de la noche. Luego llegó el tremendo láser y las interminables noches de verano con amigos.
El tiempo pasó y Soana un día cerró sus puertas, pero lo que nunca quedará en el olvido es nuestra felicidad de compartir allí cada fin de semana. Miles de anécdotas merecían volver a ser contadas, temazos que inexorablemente debíamos volver a escuchar, amigos a los que sin dudas teníamos ganas de volver a abrazar. Y anoche ocurrió todo y aunque pasó demasiado rápido, por arte de magia nos sentimos nuevamente dueños de ese lugar, tan dueños como los verdaderos, que anoche encabezados por Roberto, la descosieron. Gracias por tanto y ojalá ocurra lo que alguien señaló sugirió por ahí al verme cerca de la cabina….»decile a Roberto que esto tiene que hacerse más seguido». Que siga la fiesta…