Tradición al día. Tercera Marcha de la Estación. Por Pichi Brescia

Asomó un hermoso y movido domingo, ni bien el sol quiso nacer, una gran y emblemática bandera argentina en la calle 119 esquina 20 empezó a flamear. La vieja Estación del Sud, hoy es sede de los Talleres de Arte y Oficio de la Asociación Criolla Argentina; los integrantes de la sub comisión de estos talleres, pusieron allí en movimiento la 3° Edición de LA MARCHA DE LA ESTACIÓN.
Ni bien aclaró ya hubo fuego prendido, agua caliente para el mate, el café o el mate cocido y una nutrida cantidad de tortas fritas calentitas para un gran desayuno campestre. El asfalto pueblerino retumbaba de alegría con la llegada de chicos, jóvenes y mayores montados para iniciar el recorrido, también una importante cantidad de trailers con caballos de paisanos forasteros que llegaron a Navarro para disfrutar de la jornada tradicionalista. Ya finalizado el desayuno, la bandera argentina dio inicio a la marcha montada en la histórica chata de Don Pocho Notaristefano, hoy comandada por «El Maca Maluendez». Un centenar de gauchos montados, más una importante cantidad de carruajes dieron inicio al recorrido con rumbo a la cancha de pelota paleta abierta, tomando la circunvalación hacia el puente de Los Carros, luego tomando caminos vecinales, desviándose hacia un pequeño tramo de la ruta 41 y así ingresando a la Estancia La Montonera. Su histórico casco cargado de leyendas y mitos, nos recibió con los brazos abiertos. Amparo, Agustín y el eterno custodio de esos campo, Lalo Revoltel, nos dieron la bienvenida. Así hicimos la primera parada del circuito en la zona de la manga entre galpones, corrales y el viejo puesto donde se crío Lalo. Patearon el estribo los participantes para tomar un refresco, comer una torta frita o terminar una charla pendiente del camino. Entre chistes, tragos y recuerdos, alguien floreaba la marcha contando la historia del lugar para quien la desconocía y largando un verso a la mansa quietud del puesto. A montar se ha dicho, que ahora viene la parte con más adrenalina del trayecto, los montados y los carruajes deben cruzar el barroso, aguado y extenso Arroyo Las Garzas, siempre ante la atenta custodia del eterno puestero del campo. La zozobra, las risas y el chapoteo se apoderaron del momento, pero sobre todo cada imagen fue captada por Victoria Garrahan, la fotógrafa del evento. Ya con ganas de echar un bocado dejamos La Montonera y salimos por el circuito para retomar la circunvalación hasta calle 119 y así volver a la sede ubicada en la vieja estación. Para destacar, cada cruce de ruta o paso por proximidades estuvo acompañado y custodiado por agentes de tránsito municipales.
Varios costillares, otros tantos vacíos y chorizos al resplandor del fuego, esperaban la llegada de los marcheros. A desatar los carruajes, desencillar los pingos, acomodar las pilchas, ya está todo dispuesto para el gran almuerzo criollo preparado por los organizadores. No podía faltar la música y los espectáculos. Pichi Brescia fue el encargado de seguir floreando el evento. En primer lugar, tomó la palabra el presidente de la Asociación Criolla Argentina, sr. Gonzalo Ceconatto para dar la bienvenida.
Luego Alejo Díaz, el profesor de guitarra de los talleres, acompañó en primer turno a Alejandro Polero, cantor festivalero y luego a Pantaleón Villagra, payador costumbrista no vidente. Entre los tres armaron un gran fogón, bailaron los alumnos de los talleres e incluso el público también participó. Entre ellos, Martín Atencio y Marcelo Rocca interpretaron algunos temas. No podían faltar las guitarras de Nereo Traboni y Martiniano Reparaz, alumnos de Alejo que hicieron lo suyo. Tradición, costumbres, música, asado, caballos, carros y campo, todo se juntó, se mezcló para volver a regalarnos una hermosa jornada.
La sub comisión agradece a los participantes, al Municipio de Navarro, a la estancia La Montonera, a los artistas y a todos los que hicieron posible la tercera edición de LA MARCHA DE LA ESTACIÓN.
MUCHAS GRACIAS NOS VEMOS EN LA CUARTA.